jueves, 6 de noviembre de 2008

Y SÍ...

Al final esa es nuestra constante, y lo será hasta que nuestra generación desaparezca.
Saber quiénes somos y atrevernos a ser lo que nunca fuimos: nosotras mismas.

¿Y... AL FINAL?

Y sí, al final nos encontramos combatiendo un duelo interminale con nosotras mismas.
Las que tienen marido por el terror de que ellos no se envilezcan con la experimentada y casi infantil competencia y... las que estamos solas, soñando con que, quizás, encontremos en algún momento de lo que nos queda de vida, a un Hombre con quien coincidir... sólo eso y ya es mucho.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

MUJER DE MÁS DE 40... UNA MUTANTE...

Las mujeres que tenemos más de cuarenta, nos despertamos del sueño de nuestra infancia transcurrida en los 60 (aclaro que hablo por mí), después de haber atravesado ese híbrido que fueron los 70, entre las ideas de rebeldía, amor libre, paz y revoltijo de mentiras políticas, además de haber sido testigos y protagonistas de la devastación social que cometiera el ciclo militar en nuestro país.

No intento hacer un repaso de lo acontecido entonces, creo que a estas alturas ningún argentino desconoce de qué se trata. Intento definir a las que tenemos más de cuarenta. Después de mucho pensar y analizar, llegué a la conclusión de que somos una especie de mutantes. ¡Ups! Esto a muchas les podrá parecer un improperio, pero si nos ponemos a pensar bien, veremos que es así.
Las nacidas en los 60 (como en mi caso) provenimos de gente cuyos valores y principios éticos y morales eran puramente patriarcales y por qué no decirlo, machistas (hagan memoria... recuerden lo que pasaba si a alguna de nosotras nos pillaban fumando o si ya a entrar a primer grado no sabíamos por lo menos lavarnos la bombacha, tender la cama preparar un huevo frito, lavar los pisos, planchar, por supuesto todo esto acentuado por la materia Labores o Economía Doméstica, que nos enseñaban en el colegio de monjas, al que las niñas bien asistían y se preparaban para ser eximias esposas.


Cuando en los 70 aparece la cultura hippie, las pobres (nosotras) reventamos en una terrible contradicción; por un lado nuestros viejos y sus deseos y por el otro nosotras mismas, tratando de actuar como lo que éramos, jóvenes...

Después, se le suma el golpe militar... y ahí ya no supimos, creo que hasta el día de hoy, qué somos exactamente o cómo defnirnos... Por eso digo que somos mutantes...

Somos las que pudimos pero por miedo no quisimos, somos las que quisimos pero por prejucios no pudimos, somos las que hicimos pero por miedo no terminamos, somos las que empezamos y por mantenernos en una aparente paz y tranquilidad, concebida en un buen matrimonio, sacrificamos todo lo que soñamos y por sostener una familia y criar los hijos, por darle al marido que haga el trabajo duro, pospusimos nuestra verdadera identidad y terminamos con nuestra juventud en pos de ideales de otros.
Somos un híbrido que quiere ser... un poco tarde...